Afronta este sábado Unai Emery su primer reto oficial al frente del PSG, la Supercopa de Francia, o el “Trophée des Champions”, como es conocido oficialmente desde 1995. O afronta el PSG su primera prueba seria de la mano de un nuevo técnico que está tratando de implementar una nueva filosofía de juego. Ha cambiado el técnico, en busca de una nueva filosofía que conduzca a mejores resultados en el plano internacional pero el objetivo sigue siendo el mismo: “ganar, ganar y volver a ganar”, que decía Luis Aragonés. El sábado en el Wörthersee Stadium, de la localidad austríaca de Klagenfurt, ante el Olympique de Lyon, el PSG de Emery afronta su primera reválida en forma de título oficial; muy probablemente, el título oficial menos relevante, pero una buena ocasión de ver cómo se desempeña el equipo en una competición oficial y a una semana vista del comienzo de la Ligue 1.
Méritos sobrados
Disputado este trofeo entre el campeón de Ligue 1 y campeón de la Copa de Francia, supone, como en tantos otros países, el inicio de las competiciones futbolísticas cada temporada. Y llega el PSG a su disputa, por cuarto año consecutivo, en una muestra más de su absoluto y abrumador dominio de las competiciones locales en Francia desde que los petrodólares llegaron cual maná salvador a un equipo muy irregular y más sometido a vaivenes económicos que lo que su ciudad de residencia podía hacer presagiar.
Y llegan los parisinos como campeones de Liga (al igual que los tres años anteriores) y este año también como campeones de Copa, igual que en 2015; mientras que a su rival, el Olympique de Lyon, no le ha quedado otra opción que acceder a este partido como subcampeón de Liga. Por ende, no es que el PSG haya sido sólo campeón de Liga, es que en la temporada 2015/16 perdió apenas dos partidos y sacó hasta 31 puntos de diferencia al citado Olympique de Lyon.
Si hablamos en concreto de Supercopas de Francia, el PSG ha disputado, y ganado, de forma consecutiva las tres últimos, a saber: el 2013, al Girondins por dos goles a uno, en 2014, al Guingamp por dos a cero y 2015, por el mismo marcador, a su rival de este año. Huelga decir que los parisinos son claros favoritos a alzar el “Trophée des Champions” por cuarta temporada consecutiva.
Cambio de cromos y de idea
Busca el PSG con Emery brillar en Europa, algo de lo que el técnico vasco ha dado sobradas muestras de ser capaz (las tres últimas UEFA Europa League de forma consecutiva le contemplan) y que ha sido el gran (y el único) talón de Aquiles de los parisinos en las últimas campañas.
Unai Emery, vencedor de las tres últimas UEFA Europa League con el Sevilla (Foto: malaysiamarketing.my) |
Y, para ello, está el preparador vasco en proceso de implantar su filosofía. Y dónde, con los últimos inquilinos del banquillo, Carlo Ancelotti y Laurent Blanc, se apostaba la (sobre) acumulación de cracks, por un 4-3-3 como esquema de partida y, principalmente de toque, ahora parece se apostará más por un 4-2-3-1, más ‘trabajadores’ sobre el campo y una filosofía de juego más basado en un equipo muy ordenado y trabajado desde la defensa y la salida muy rápida al ataque. Y como parecía lógico, los fichajes están yendo en esa dirección.
Parece que Emery está satisfecho con la parte de atrás del equipo, al menos en lo que a nombres se refiere, ya que no ha habido modificaciones significativas en esa parte: únicamente la vuelta de su cesión al Villareal del guardameta Alphonse Aréola que, junto con la titularidad el pasado año del alemán Kevin Trapp, podría motivar la salida este verano del italiano Salvatore Sirigu y el fichaje de Thomas Meunier, tras su notable Eurocopa. De hecho, también ha sido notable lo apuntado por el belga en esta pretemporada y, aunque la titularidad está muy cara, a buen seguro que dispondrá de muchos minutos durante la campaña.
En el medio campo es donde están los cambios más relevantes:aunque Emery planteó en el primer amistoso de pretemporada, frente al Real Madrid, el 4-3-3 habitual de Blanc en años pasados, para los dos siguientes ya apuntó el 4-2-3-1 que parece será su base en esta campaña. Y, en el renovado doble pivote, un hombre clave, que se ha traído debajo del brazo desde Sevilla: el polaco Krychowiak, que aportará sobriedad y equilibrio al mediocampo parisino. Su acompañante, una vez entre en la dinámica del equipo tras la Eurocopa debe ser el recién renovado Verratti.
El polémico talento Ben Arfa, todavía con la camiseta del Niza (Foto: europe1.fr) |
Una línea de tres mediapuntas será el siguiente escalón por detrás de un Edinson Cavani que, con la marcha de Ibrahimovic, logrará su gran anhelo (y motivo de no pocas quejas) en París: volver a jugar como delantero centro nato. Los principales candidatos a esa línea de tres serán los argentinos Di María (partiendo de una banda) y Javier Pastore (centrado y conductor de juego), dejando la segunda banda para otro de los fichajes del verano: el irregular y polémico pero descomunal talento Hatem Ben Arfa. No obstante, el recién fichado Jesé, procedente del Real Madrid y petición expresa de Unai Emery, dispondrá de muchos minutos en cualquier de las cuatro teóricas posiciones de ataque.
Su pretemporada hasta la fecha
De impecable puede calificarse la pretemporada del PSG hasta la fecha: tres partidos, tres victorias, diez goles a favor y apenas dos en contra. Y los rivales no han sido, en ningún caso, meros comparsas, como solía ser habitual no hace tantos años en las pretemporadas: el Real Madrid, actual campeón de Europa, (derrotado por tres tantos a uno), el Inter de Milán de Roberto Mancini, que aspira a volver a ser grande tras muchos años de mediocridad (idéntico resultado) y el Leicester de Claudio Ranieri, sorprendente campeón de la Premier el pasado año (‘apabullado’ por cuatro goles a cero) han sido las víctimas de los de Unai Emery.
Un inicio de campeón para un equipo que aspira a ganar todo, no sólo en Francia, donde ya reina hace varios años, sino también en Europa.
NOTA del AUTOR: Publicado en @francia_VAVEL el pasado 5 de Agosto, antes de la disputa de la Supercopa francesa.