Una temporada más, parece el Atlético predestinado a jugar (casi) todos sus partidos a las 21 h, o más tarde; y mejor si es en casa y aún mejor si es en domingo. De los 27 partidos como local la temporada pasada, 18 fueron a las citadas 21 h o más tarde; y, de esos 18, sólo 2 fueron en sábado. El resto, en domingo, con clases, colegios, universidades, trabajos… Y esta temporada, vamos por el mismo camino: los 4 primeros partidos como local en Liga han sido agendados para domingos (o miércoles) a las 21 h, o más tarde.
Dicen los que saben que esto se debe a una complacencia con Tebas, pero uno no acaba de entender el beneficio que saca el mandamás de LaLiga de poner todos los partidos, en concreto, del Atlético, a esas horas. Y hay otra teoría le resulta mucho más plausible. Me explico…
El Atlético de Madrid, para quien no esté al tanto, tiene un sistema de cesión de abonos por el cual, si un abonado no puede acudir a un encuentro en concreto, puede, a a través de una aplicación del propio club, ceder su abono para que otro aficionado pueda comprarla. Hasta aquí, todo perfecto e idílico. Ahora bien, este sistema tiene sus matices: el primero, el abonado que cede su entrada no recibe el 100 % del importe de venta de la entrada en taquilla, recibe un 65, 50 o 35 % según la antelación con la que la ponga a la venta (esta tiene su lógica porque el precio prorrateado al que sale un partido a un abonado no es el mismo que el de un precio en taquilla); el segundo, la hucha que cada abonado se va creando se descuenta del precio del abono del año que viene (y si el abonado en cuestión no compra abono el próximo año, ¿dónde va ese dinero?); y el tercero, esa hucha solo puede llegar al 50 % del precio del abono pagado el año actual o el próximo. ¿Y el resto?
Se que con los ingentes ingresos tienen los clubes por otros conceptos, esto puede parecer pecata minuta pero, conociendo el percal, uno no puede dejar de plantearse: ¿es pleitesía a Tebas o “la banca siempre gana”?