NOTA previa del AUTOR: Versa esta serie de artículos sobre la renovación que viene llevando a cabo la Juventus en su plantilla en los dos últimos años. Nos centraremos en aquellos jugadores de 23 años o menos y, dada su extensión, el artículo se estructurará en tres partes: una primera, relativa a aquellos jugadores que ya son miembros de hecho de la primera plantilla; una segunda, en la que nos centraremos en aquellos jugadores, propiedad de la Juventus pero cedidos en otros clubes y la tercera, se referirá a lo que está ya destacando en el equipo Primavera.
6 de junio de 2015. La Juventus de Turín pierde la final de la Champions frente al Fútbol Club Barcelona de Luis Enrique en el Olímpico de Berlin; una final en la que, a principios de temporada, pocos hubiesen (hubiésemos) apostado un Euro por verla. Sin embargo, aquella final perdida pareció ser la espoleta definitiva para los dirigentes turineses, encabezados por el mítico Giuseppe Marotta: en un equipo que dominaba, y sigue dominando, con absoluta solvencia el Scudetto italiano (va camino del sexto consecutivo), cundió el sentimiento de que, si querían aspirar a estar cada año en las rondas finales de la Champions, era necesario “algo más”. Y ese “algo más” pasaba por rejuvenecer el equipo.
Coincidencia o no, ese verano abandonarían la Juventus dos mitos, dos hombres que habían sido claros referentes bianconeros en los años anteriores y dos elementos clave en el viaje juventino a las puertas de la gloria aquel 6 de junio de 2015: el italiano Andrea Pirlo, seducido por Nueva York y la MLS, y el argentino Carlos Tévez, el Apache, que volvería a su Argentina natal para jugar un año y medio en Boca Juniors, antes de caer seducido (y quién, no) ante la estratosférica oferta que recibió hace pocos meses del fútbol chino.
Y Beppe Marotta se puso ´manos a la obra´ en la tarea de rejuvenecer el equipo, dándole, a la vez, al entrenador de turno, la calidad suficiente para poder ‘asaltar’ definitivamente la preciada Orejona.
Como anticipo de lo que estaría por venir, la Juventus se había hecho, en el verano de 2014, con los servicios de Stefano Sturaro (curso del 93), a quien dejaría cedido en el Genoa, su club de origen, hasta enero de 2015. Centrocampista de perfil eminentemente defensivo, su principal virtud es la agresividad, habiendo llegado a ser comparado con el mítico Gennaro Gattuso. No obstante, es muy polivalente, pudiendo adaptarse a varias posiciones del centro del campo, ya sea el pivote defensivo por delante de la defensa o interior.
No puede ser considerado titular, ni muchos menos, pero no es menos cierto que suele acumular una notable cantidad de minutos al cabo de una temporada. Y minutos, muchas veces, importantes. Sirva como muestra un botón: en la primavera de 2015, recién llegado a Turín y tras haber jugado apenas cuatro partidos en sus tres primeros meses, fue titular en el encuentro de ida de las semifinales de Champions, disputadas ante el Real Madrid.
Y también como anticipo y proveniente, en este caso, de la cantera juventina, nos encontramos con el caso de Federico Mattiello (curso del 95). Lateral de largo recorrido, que puede desempeñarse por ambas bandas, puede adaptarse también a la posición de interior en mediocampo. ‘Ascendido’ definitivamente a la primera plantilla en el verano de 2014, es Mattiello un jugador, desgraciadamente, marcado por las lesiones. Graves. Cedido por la Juventus al Chievo Verona en el mercado de invierno de la temporada 2014/15, en marzo sufriría una terrorífica fractura de tibia y peroné en un choque con el belga Radja Nainggolan, una lesión cuyas imágenes darían la vuelta al mundo por su crudeza.
Dada la confianza que tenían en él y pese a la grave lesión, Juventus y Chievo acordaron renovar su cesión para la temporada 2015/16. Tras siete meses para recuperarse, Mattiello volvería a jugar el 18 de octubre, en Marassi, ante el Genoa. Completaría los 90 minutos a un nivel bastante más que aceptable pero, sólo cinco días más tarde, en un entrenamiento, un nuevo golpe en su maltrecho tobillo, le provocaría una nueva fractura que le mantendría apartado de los terrenos de juego hasta final de temporada.
Hoy, definitivamente de vuelta en la Juventus, una de las mayores promesas del fútbol italiano de los últimos años (ha sido internacional sub-16, sub-17 y sub-20), trata de olvidar definitivamente las lesiones alternando presencias entre el primer equipo y el equipo Primavera.
Y para apuntalar la defensa e ir preparando el relevo de la BBC (Barzagli-Bonucci-Chiellini) italiana, la Juventus se había hecho también, en el mercado de invierno de esa temporada 2014/15, definitivamente con los servicios de Daniele Rugani (curso del 94), procedente del Empoli, y a quien dejaría cedido en el equipo de la Toscana hasta el verano.
No deja de resultar peculiar la trayectoria de Rugani: salido de la cantera del Empoli y todavía en sus divisiones inferiores, llamó la atención de la Juventus, quien logró su cesión para la temporada 2012/13 (con apenas 18 años). Disputó con el equipo Primavera de la Juventus la temporada 2012/13 y sus notables actuaciones hicieron que Antonio Conte, preparador juventino por aquel entonces, le incluyese en varias convocatorias del primer equipo.
Volvió a Empoli, ya al primer equipo, pero nunca salió del radar de la Juventus: completó la temporada 2013/14 en la Serie B italiana, contribuyó al ascenso de su equipo a Serie A y, como quedó ya citado, la Juventus compró definitivamente su pase en febrero de 2015.
Desde el verano de 2015 es miembro a todos los efectos de la primera plantilla de la Juventus y, en un caso muy similar al de Sturaro, no puede ser considerado titular pero tampoco es menos cierto que, en este año y medio ya ha disputado un buen número de encuentros; encuentros en los cuales, ya sea en defensa de 4 o en defensa de cinco, ha cumplido con notable solvencia y ha conseguido no se eche de menos a la BBC, ‘dueña’ absoluta de las posiciones de central hace varias temporadas.
Un central pulcro, con notable salida de balón, alejado del perfil tradicional de central italiano, más rocoso y más ‘tronco’ (si se me permite la expresión) con el balón en los pies; un central que aprovecha su 1,90 para ir muy bien de cabeza y un central al que esta misma altura no le impide ser bastante rápido a la hora de anticiparse en balones divididos.
Internacional italiano en todas las categorías inferiores y, desde septiembre de 2016, con la absoluta (había sido llamado a varias convocatorias previas a la Eurocopa ‘2016 pero no llegó a debutar), tal vez, su único pero sea su liviandad: su 1,90 de estatura no va acompañada de una excesiva corpulencia y eso pudiera llegar a convertirse en una rémora en ciertas situaciones.
De Paulo Dybala (Curso del 93), poco hay que no se haya dicho y escrito ya. Traído a Europa por el Palermo en el verano de 2012, jugaría 3 temporadas en Sicilia (la primera y la tercera en Serie A; la segunda, en Serie B) y sería en la última cuando explotaría definitivamente, despertando el interés de los grandes equipos europeos. Sería la Juventus quien se llevase ‘el gato al agua’, pagando por él la nada despreciable cifra de 32 millones de Euros (cabe decir, como anécdota que su expresidente, el ínclito Zamparini, afirma que hoy no vale menos de 150 millones de Euros).
Titular habitual en la Juventus pese a la competencia de delanteros del nivel del croata Mandzukic o de su compatriota Gonzalo Higuaín (90 millones de Euros le pagaría la Juventus al Napoli tras sus 36 en 35 partidos la temporada pasada), es Dybala uno de los delanteros más completas y versátiles que pueden encontrarse en la actualidad en el panorama futbolístico: combina clase y potencia a partes casi iguales, dribla bien y su tiro de media distancia tiene pocos parangones. Por si fuese poco todo lo citado, tampoco está mal dotado para los lanzamientos a balón parado.
Con 23 años, todavía se le ve margen de mejora y la pregunta, en este punto, es si la Juventus será capaz de retenerlo por muchos años. De hecho, muchos rumores le sitúan en España ya este próximo verano.
Rolando Mandrágora (curso del 97) se formó, si puede decirse eso de quien no ha cumplido los 20 años, en las categorías inferiores del Genoa, ascendiendo al primer equipo para la temporada 2014/15. Debutaría, cosas del destino, el 29 de octubre de 2014, en el Luigi Ferraris ante la Juventus con apenas 17 años y 122 días. La escasez de oportunidades que tendría ese año, pese al debut y como lógica consecuencia de la edad, hicieron que se fuese cedido el curso siguiente al Delfino Pescara que militaba aquel año en Serie B.
Y fue aquí, al margen de su indiscutible presencia en la selección sub-21 italiana, donde empezó a llamar la atención de los grandes. Y una vez más, fue la Juventus quien se anticipó a todos para fichar al jugador en enero de 2016 pero, como también suele ser habitual en los últimos fichajes juventinos, lo dejaría cedido en Pescara para lo que restaba de temporada 2015/16.
Pivote defensivo al uso, es jugador que destaca notablemente por su sentido táctico y su buen trato de balón; hay quien lo compara, incluso, con Busquets, que es el referente más claro de esa posición en los últimos años. Por situación en el campo, no cabe ninguna duda pero, seguramente, el nivel del del Fútbol Club Barcelona, sobre todo, en la parte ofensiva, paree estar muy por encima del Mandrágora actual.
Otra de las cualidades que vio la Juventus en él fue su polivalencia: su técnico en Pescara, Massimo Oddo, lo situó varias veces como central, no desentonando en absoluto y dotando de una gran salida de balón a una posición generalmente carente de ella.
Una lesión en un pie ha lastrado sus primeros meses en la Juventus pero, ya recuperado, está comenzando a entrar en las convocatorias y no será extraño que comenzase a tener minutos con Allegri en esta segunda parte de la campaña.
Y para acabar esta primera parte, el croata Marko Pjaca (curso del 95) quien arribase a Turín el pasado verano tras disputar con Croacia la Eurocopa de Francia (un solo partido de titular y frente a España, por cierto, en el que deslumbró) y tras pagar la Juventus nada menos que 23 millones de Euros al Dínamos de Zagreb.
Jugador de notable rapidez y de gran conducción de balón, no está teniendo en esta su primera temporada en la Juventus el protagonismo que seguramente él mismo esperase. Con sobresaliente regate y uno contra uno y gran capacidad asociativa, su polivalencia hace que pueda rendir en varias posiciones y/o zonas del campo: como interior, en el 3-5-2 que planteaba habitualmente Allegri hasta principios de esta temporada; como acompañante de un único punta tradicional o en cualquiera de las tres posiciones del 4-2-3-1 que viene utilizando Allegri en las últimas semanas.
Es probable que parte de ‘la culpa’ de este poco protagonismo sea una lesión le tuvo ‘fuera de combate’ desde octubre a diciembre; sin embargo, una vez recuperado, parece ir entrando poco a poco en los planes de Allegri como recambio del trío Mandzukic-Cuadrado-Dybala, elección habitual del preparador italiano para ‘escoltar’ a Higuaín. En su descargo, decir que competir en esa línea de tres mediapuntas con hombres de la talla los citados parecen palabras mayores.
Las características de Marko Pjaca hacen prever que será un hombre importante en la Juventus de los próximos años. Y es que su regate y uno contra uno, le hacen un jugador muy aprovechable en banda y su perfil asociativo le hacen ideal para jugar por detrás del delantero o como el célebre trecuartista italiano; posición ésta, la de trecuartista, un poco huérfana en la Juventus tras la marcha de Hernanes (si bien el brasileño no parecía muy del gusto de Allegri), la ubicación de Miralem Pjanic (llamado en teoría a ser el ‘pasador’ de este equipo) en el doble pivote y el sonado traspaso de Pogba al Manchester United el verano pasado (aunque con características radicalmente opuestas a Pjaca, la potencia del francés le hacía muchas veces ese nexo que todo equipo necesita entre mediocampo y delantera).
NOTA del AUTOR: Escrito para @TFM_web el pasado 8 de Marzo de 2017